viernes, 4 de julio de 2014

Ya es Viernes



Después de dejar pasar unos cuantos días de disgusto y decepción frente a la OCU ante la noticia "sensacionalista" que publicaron sobre "el mejor tratamiento antirrugas", nos pronunciamos desde L´AdP. 

Comenzamos por compartir con vosotros, lo que STANPA (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), subrayó ante esta publicación: falta de rigor científico de dicho estudio.

Como explican desde Stanpa, hay 10 errores metodológicos graves “que invalidan las conclusiones y confunden al consumidor”. Además, desde la asociación destacan que “el informe saca conclusiones obtenidas sin respetar los procedimientos habituales para el análisis de los productos cosméticos a la luz de los requisitos legales y el estado de la ciencia y la tecnología.

Si una compañía cosmética presentara sus resultados ante las autoridades sanitarias de la forma en la que se exponen en el informe de la OCU, no obtendría la aprobación.

10 ERRORES METODOLÓGICOS DEL ESTUDIO (STANPA)



1. El mismo estudio, publicado en diferentes países, coloca a los productos en distinto orden y emite conclusiones diferentes. 

2. Los resultados de los productos aparecen alterados en función del país en el que se publicó el informe. En Francia, Bélgica o Portugal, la crema situada en primer lugar tiene una eficacia antiarrugas percibida por los consumidores como Mala (-), mientras que en el informe publicado en España, aparece como Aceptable.

3. El estudio no dice dónde se ha realizado, ni explica mínimamente las garantías de homologación o certificación de sus métodos. La publicación está llena de imprecisiones, inaceptables en un estudio científico. Hoy, cualquier estudio científico está obligado a total transparencia, es imprescindible especificar dónde se hace, quiénes son los autores y qué acreditaciones tiene el laboratorio e instrumental utilizado.

4. La muestra utilizada ha mezclado mujeres de entre 31 y 70 años, lo que supone una diversidad en la madurez de la piel y en las necesidades de tratamiento completamente distintas.

5. El tratamiento estadístico de los datos no ha sido explicado y las referencias a ello son imprecisas y, probablemente erróneas.

6. No está claro el número de mujeres participantes en el estudio. El mismo estudio publicado en distintos países afirma, en unos casos que participaron 995 mujeres mientras que en otros, indica que participaron 450.

7. El estudio dice que ha utilizado un “producto estándar elaborado por el laboratorio de eficacia conocida” como comparación. No existe tal producto. 

8. La reivindicación “antiarrugas” no se basa en una sola forma de actuación sino hasta en 7 factores, lo que ignora totalmente el informe de la OCU, excesivamente simplista.

1. Hidratación – corneómetro

2. Elasticidad – cutometría

3. Reafirmante – cutométría

4. Alisado de la piel. Relieve cutáneo – proyección de sombras, proyección de franjas y análisis de imágenes por quantilines y quantirides, macro y micro fotografías, face scan, dermatop…

5. Antiarrugas – número, longitud, profundidad y superficie con proyección de sombras en moldes de silicona y FOITS, quantilines y quantirides.

6. Uniformidad del tono – mexametría, macrofotografía,…

7. Regeneración celular – test DHA y colorimetría

9. Sorprende que el informe no considera el resultado favorable declarado por las propias mujeres encuestadas. 

10. Sin base científica alguna, el informe incita a despreciar expresiones como “dermatológicamente testado” o “con control dermatológico”. Estas informaciones están reguladas en las directrices de la Comisión Europea y aportan una información de gran valor para el consumidor. El propio estudio no menciona la participación de dermatólogos.

Todos los conservantes son PARABENOS y contiene ALÉRGENOS.
Deben poder demostrarse todas las afirmaciones que figuran en el packaging. Claro que esta crema previene el envejecimiento porque tiene un filtro solar UVA y UVB, pero ¿cuánto? Sólo lleva un SPF 4, es decir, NADA.

Cada uno que saque su conclusión, nosotros como boticarios, agentes de la salud, apostamos por las marcas que destinan recursos a I+D. Las exigencias que todos los días pasamos en el mostrador, a la hora de recomendar un producto cosmético, son bestiales y que conste, que para eso estamos. Lo que nos llama la atención, es que noticias como éstas,  llegan a la población como "dogma de fé" y nos tachan a los centros acreditados de "estafadores".

Sin investigación, es imposible lograr buenos productos y, además, a un coste razonable. No estamos diciendo que lo insólito de la publicación es que la crema sea BARATA, sino la CALIDAD del producto y del estudio.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Sin ti no hay ideas...