viernes, 27 de abril de 2018

Ya es Viernes


Unos días arriba o abajo, con la semana santa, comienzan a aflorar  una serie de fenómenos, que a los alérgicos nos afecta una barbaridad. La primavera llega y con ella la sangre altera. Al llover menos y al aumentar las temperaturas, se fomenta la concentración de otros alérgenos en el ambiente como son los mohos, ácaros, polución, además del polen.

En España hay más de 10 millones de alérgicos y lo peor de todo es que estas cifras siguen aumentando.

Pero no nos equivoquemos al pensar que todo van a ser alergias en primavera, de éso nada. Los virus son aún protagonistas de la serie, y provocarán más de un catarro y faringoamigdalitis. 

Las cosas no están muy claras cuando mezclamos resfriados con alergias ¿Por qué? Porque los síntomas son muy parecidos. Ambas patologías tienen con diferencias, puntos en común: mocos, estornudos... Los pacientes nos llegan a la farmacia y no saben muy bien si llevarse algo para un simple catarro o para una alergia primaveral. Fijaros en la duración sobre todo de los síntomas y en la congestión nasal y ocular, que son evidentes de una alergia primaveral.

Una cosa tenéis que tener clara: no hay catarro que dure un mes y no hay alergia que curse con malestar general y fiebre. 

Nosotros este puente de Mayo, nos dedicaremos entre otras cosas a hacer el cambio de armario. Así que nos cargaremos con artillería pesada: spray antiácaros, mascarilla y esperemos que nuestros aceites esenciales omega 6 y 9 que llevamos tomando tiempo, nos hayan convertido en super héroes de Marvel...ja ja. Es mejor prevenir que lamentar en caso de alergias.

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