jueves, 10 de mayo de 2018

El síndrome del bebé azul


Cuando salimos del pediatra con nuestros bebés y las recomendaciones alimenticias para introducir comida sólida, nos suele asaltar la duda de por qué las espinacas y las acelgas no se pueden introducir hasta los 12 meses de vida. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), no recomienda la introducción de acelgas ni espinacas en la alimentación de los bebés hasta esa edad porque son hortalizas de hoja verde que destacan por su contenido en nitratos. 

En realidad, hablando con nuestra pediatra de referencia, nos aseguraba, que si el puré se hace y se consume o se congela el mismo día de cocinar dichas verduras, pueden incluso comenzar a comerlas antes de los 12 meses en su puré. Lo que nunca hay que hacer, es mantener a temperatura ambiente las verduras cocinadas. Se conservan en frigorífico si se van a consumir en el mismo día y si no, se congelan de inmediato. ¿Por qué? Porque si no, estas hortalizas cocinadas convierten los nitratos en nitritos.

Nitratos, ¿cuáles son sus riesgos?


Los nitratos son sales que se encuentra de manera natural en los vegetales y hortalizas. Los nitratos en sí son relativamente poco tóxicos, el problema es su transformación a nitritos dentro del organismo pudiendo causar metahemoglobinemia. ¿Os acordáis de aquella serie de dibujos que se llamaba "Érase una vez la vida"? Pues visualizar a las que eran las células rojas. En esta situación, éstas, son incapaces de captar oxígeno, cederlo a los tejidos y transportar dióxido de carbono, lo que origina hipoxia tisular y cianosis (coloración azulada de la piel y las mucosas). Tu bebé se puede poner azul pitufo, llamándose a este trastorno “síndrome del bebé azul”.

Os adjuntamos un fragmento de un diagnóstico de urgencias de un bebé de 9 meses que entró con cianosis por consumo de acelgas, en la que la familia refiere vómitos tras la ingesta de un puré de acelgas:

....El niño se mantuvo estable en todo momento y su cianosis fue resolviéndose progresivamente; no precisó tratamiento farmacológico. Tras 24h en la unidad de críticos, fue dado de alta sin signos de cianosis y con la gasometría y la bioquímica corregidas. Tras volver a interrogar a los padres, se descubrió que el puré se había mantenido fuera de la nevera durante varias horas antes de su ingesta.

El nivel de nitratos de los alimentos depende de la luz con la que se cultivan. Una elevada intensidad lumínica favorece el metabolismo de la planta, fijando el nitrógeno en determinados compuestos orgánicos como aminoácidos, proteínas, clorofila, etc., lo que reduce el contenido de nitrato. Por eso, los cultivos de invierno presentan concentraciones de nitratos superiores a los de verano y por la misma razón, los cultivos en los países del norte de Europa presentan niveles superiores a los que tienen lugar en la zona sur. Por la misma razón, los cultivos al aire libre tienen menor contenido en nitratos que los de invernadero.

Según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) los niveles de nitratos en las lechugas no representan un riesgo para los niños. En las espinacas y las acelgas sí.

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