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martes, 9 de diciembre de 2014

Mi bebé llora mucho...¿Cólico del lactante?

 

¡¡Hola a todos!! ¿Cómo ha ido este puente frío y lluvioso? Seguro que con un poco de imaginación, hemos conseguido hacer un montón de planes especiales. Nosotros hemos decorado El Atelier de la Piel de navidad y hemos aprovechado a visitar a los nuevos "mini piel" que acaban de nacer. De ahí nuestra inspiración para empezar la semana....¡¡¡LOS CÓLICOS!!

Existen muchos motivos por los que los "mini piel" pueden llorar. Puede que tengan hambre, cansancio, estén irritados, necesiten contacto físico, tengan dolor, fiebre, etc. Otra de las opciones es que tu "mini piel" sufra cólicos, una situación que provoca molestias al pequeño y mucha ansiedad y agotamiento a los padres.

¿Cómo reconocer un cólico?

Los cólicos del lactante son episodios de llanto agudo, intenso y desconsolado que aparecen generalmente en el primer trimestre de vida. Suelen aparecer tras las tomas pero también a cualquier hora del día, aunque normalmente son más frecuentes durante la tarde o la noche. El bebé tiende a colocarse con las piernas flexionadas sobre el abdomen, apretar con fuerza los puños, emitir gases intestinales y mostrarse muy irritado.

Estos episodios pueden durar entre una y dos horas y suelen disminuir si cogemos en brazos al bebé.

¿Por qué se producen?

Realmente la causa es desconocida.
  • En la mayoría de ocasiones estos se deben a la acumulación de gas intestinal en el bebé, bien porque hay un aumento en la producción de gases, debida a la inmadurez del intestino de los más pequeños, o bien por la dificultad a la hora de eliminarlos.
  • Otra posible causa es la intolerancia a las proteínas de la leche o porque la madre consume gran cantidad de productos lácteos. Estos alimentos son peor tolerados por el aparato digestivo del bebé, produciéndoles digestiones más costosas y molestas.

¿Hay algún tratamiento?

La medicina homeopática es útil en el tratamiento del cólico del lactante y es muy recomendada dada la seguridad de esta terapia en los niños.

El médico o farmacéutico os realizará una historia clínica completa para valorar algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de prescribir la medicación homeopática. Este exámen es la clave del éxito de la pauta del tratamiento: las horas en las que los episodios son más frecuentes, si el bebé tiene el vientre inflamado o duro, el aspecto de las heces, si permanece quieto o se mueve con fuerza durante el episodio, si expulsa gases, si duerme bien…

Siempre descartando previamente que no se trate de un cuadro de estreñimiento, apendicitis o infección, tu bebé podrá comenzar con el tratamiento homeopático y empezar a notar la mejoría en muy poco tiempo.

¿Cómo le doy  homeopátía a mi "mini piel"?

Normalmente la presentación de estos medicamentos es en forma de gránulos. Puedes dárselos directamente en la boca o diluirlos con un poco de agua mineral (2-3 ml). Lo ideal es que se lo administres unos 15-20 minutos antes de cada toma, pero la pauta concreta te la da dará tu médico o farmacéutico.

CHAMOMILLA: Este medicamento popular ha permitido a muchos padres conocer la homeopatía y sus beneficios. Se utiliza cuando el bebé llora muy a menudo y no puede ser consolado. Son bebés inquietos, parecen enojados, y arquean la espalda como buscando una posición más cómoda. Las heces son verdes y ofensivas.

PULSATILLA: El bebé tiene hipo enseguida después de comer y se escuchan ruidos en el ombligo. La piel tiene una apariencia rojiza con pequeñas venas visibles en la cara. Los niños que precisan Pulsatilla, por lo general, no tienen sed, desean estar todo en tiempo en brazos.

NUX VOMICA: El bebé que necesita este medicamento está estreñido con frecuencia. Necesita hacer fuerza para mover el intestino, incluso con heces blandas. Desean estar abrigados, y se enojan cuando uno trata de ayudarlos. Pueden tener congestión nasal. Suelen ser bastante irritables. Suelen ser los cólicos del cambio de leche materna a artificial.

LYCOPODIUM: Bebé con aspecto de ansiedad, con la frente arrugada y expresión de preocupación. Sufren de gases contenidos, y empeoran hacia la tarde, sobre las 16h y hasta las 20h. Se alivian con compresas tibias o sosteniendo un recipiente con agua tibia sobre el ombligo. La eliminación de gases siempre les alivia. Pueden presentar grietas detrás de las orejas y un comienzo de eccema. Tiene muy mal despertar.

COLOCYNTHIS: El síntoma más notorio es que el bebé se alivia cuando se aplica presión firme sobre el abdomen, los padres dicen que deben levantar al bebé y cargarlo sobre sus hombros presionando sobre el abdomen para aliviar el dolor y el llanto. Doblándose en dos, mejora el dolor. Muy irritable durante el dolor.

MAGNESIA PHOSPHORICA: El cólico del bebé se alivia cuando levanta las rodillas a la altura del tórax, lo que parece aliviar la hinchazón y los gases; se calman también cuando logran eructar. Muy sensibles a las corrientes de aire.

IGNATIA AMARA: Cuando se trata de un bebé con cólicos por emociones, en especial si la madre ha sufrido una pena, como la pérdida de otro bebé en el pasado o la pérdida de su madre o su esposo durante el embarazo. Estos eventos emocionales en la vida de la madre, pueden influir sobre el bebé, en su vida intrauterina.

AETHUSA CYNAPIUM: Cólicos en bebés que presentan una total intolerancia a la leche, que vomitan en chorro, con brusco esfuerzo, a veces líquida o en grandes coágulos ácidos, amarillentos o verdosos, quedando sudado y somnoliento, como debilitado. A menudo, se acompañan de diarrea verdosa.

CINA MARITIMA: Cólicos en bebés con el vientre abultado y duro, con ombligo muy sensible al tacto; con gran irritabilidad, gritos, intolerancia a que lo toquen o acaricien; llora si lo llevan en brazos; se frota la nariz continuamente o la frota en la almohada o en el hombro de sus padres. Puede estar en relación con una oxiuriasis.

SENNA: Muy útil en cólicos del bebé, cuando el niño parece estar repleto de gases, con acumulación de flatulencia en distintas partes del vientre y con dificultad para expulsar flatos; con llanto, inquietud e insomnio.

Y ante todo, mantén la calma…

Otra de las cosas más importante a tener en cuenta, y realmente difícil, es que mantengas la calma para poder transmitirle tranquilidad a tu hijo, dado que ellos suelen manifestar un alto grado de irritabilidad en estas situaciones.

Para eso puede ayudarte mantener un ambiente tranquilo en casa, con poco ruido, iluminación suave y música relajante. Sal a pasear con él, acúnale y dale masajes en la tripita con algún aceite natural e intenta llevarlo



Este producto de PRANAROM ha sido todo un descubrimiento. Se realiza un masaje en el abdomen con 2 pulverizaciones del producto antes de cada toma, hasta un máximo de 4 veces al día. A base de aceites esenciales de manzanilla romana, lavanda, naranjo amargo e hinojo. Ayuda a facilitar la digestión. Es apto a partir de los 3 kg de peso.

Aunque no lo creáis todos estos consejos FUNCIONAN. Lo que no hemos visto mejora es en pasar rodillos, piedras....encima de los "minipiel". Y hablamos con conocimiento de causa, porque como boticarios que somos, queremos experimentar todo aquello que merezca la pena para seguir formándonos y poder así asimilar lo positivo y descartar lo negativo.