Con los años nos sucederán muchos cambios cutáneos: celulares, hormonales, glandulares y vasculares. Si conocemos los síntomas, seremos capaces de buscar soluciones para que nuestro "Pret a Porter" sea una obra de arte.
La dura realidad de las mujeres es la siguiente: desde el punto de vista dermatológico, tienden a envejecer más temprano que los hombres ...¡¡unos 10 años!!:
- los hombres tienen la piel más grasa por naturaleza.
- los hombres tienen más colágeno en el cuerpo.
- las mujeres tienen cambios dramáticos en los niveles de hormonas.
¿Qué tenemos que ir solventando para combatir este proceso?
- Disminución de grosor: aumenta la permeabilidad y la sensibilidad. ”Tengo los nervios a flor de piel”. ¿A cuántas personas de cierta edad hemos escuchado esta frase?
- Epidermis (capa más superficial de la piel) adelgaza un 15% a partir de los 60 años.
- Dermis (capa intermedia de la piel) pierde un 20% de su espesor. Disminuye la elasticidad y flexibilidad. Se nos agudizan y profundizan las arrugas.
- Hipodermis (capa más profunda de la piel). Disminución del tejido adiposo. Flacidez.
- Disminuye la producción de sebo, con lo cual la piel se seca. Aumentan los picores y escamas.
- Aumenta la permeabilidad y hay menor número de glándulas sudoríparas, la piel se deshidrata. Aumenta la tirantez y pérdida de luminosidad.
- Enlentece la renovación celular: tono pálido y no uniforme.
- Se pierden 10-20% de melanocitos por década, con lo cual nuestra protección solar natural cada vez es menor, el cabello se encanece y por otro lado el reparto de la melanina cada vez es menos homogéneo. De manera que nos podemos encontrar, zonas hiperpigmentadas (manchas oscuras) o hipopigmentadas (manchas blancas).
- Deterioro de la respuesta inmune de defensa. Disminución del número y actividad de las células de defensa. Disminuyen hasta un 50% con la edad madura. De ahí que a lo largo de los años pueden aumentar los episodios de dermatitis de contacto.
- Cambia el pH, disminuye la acidez, con lo cual se altera la capacidad tamponante. De ahí la importancia de que seleccionemos bien los pH de los productos en función de la edad que tengamos.
La cosmética junto con la medicina se encuentra en una intensa carrera por ganar la batalla a la edad. Cada vez se conoce mejor el funcionamiento de la piel y esto hace que se desarrollen productos con una actividad más definida.
La verdadera clave para la efectividad es la constancia y la correcta elección del producto. Es importante rodearse de auténticos profesionales. El objetivo de este curso es la formación sobre ti mismo para que seas capaz de pedir ayuda al mejor “diseñador", el farmacéutico.
Pero sin equilibrio interior no hay belleza. Tienes que ser fan de todo lo que te produzca la sensación de que la belleza es un placer. ¿A cuántas mujeres conoces que les parece horrible limpiar su piel por la noche? ¿aplicarse una hidratante corporal? ¿un anticelulítico?. Esto no funciona. Hay que convertir estos cuidados en “tu momento”, en un ritual contigo misma y nadie más.
Es independiente del tiempo que le quieras dedicar. Hay quien busca rapidez y hay quien disfruta del gesto, del olor y las texturas. Aunque no son excluyentes. Sobre todo, son el reflejo de nuestro estilo de vida. ¿En qué bando estás?
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