HOJAS DE FRAMBUESO EN EL PARTO
y
POST PARTO
El uso de esta hierba con fines correctivos se remonta al siglo VI y sus beneficios en el parto se han registrado como una ayuda probada en la maternidad en el más antiguo de los libros a base de hierbas. Se cree que tienen muchas propiedades beneficiosas para el embarazo, el parto y la lactancia.
Si se toma regularmente durante el embarazo, puede:
- Aliviar las náuseas del embarazo
- Calmar y prevenir sangrado de las encías, que muchas mujeres embarazadas sufren.
- Proporcionar una fuente rica en hierro, calcio, manganeso y magnesio, vitaminas B1, B3 y E.
Si se toma regularmente a partir de la semana 34, puede:
- Relajar los músculos lisos del útero cuando se contrae.
- Ayudar en la fase de dilatación en el parto. Las contracciones son más coordinadas y efectivas, acortando el tiempo de trabajo de parto, especialmente durante la segunda parte del período de dilatación, período expulsivo, alumbramiento y post alumbramiento
- Calmar calambres en el útero.
La hoja del frambueso también se utiliza para lo siguiente:
- ayudar a la fertilidad.
- aumentar de suministro abundante de la leche materna.
- detener el sangrado excesivo después del parto, por tener efecto modulador de las contracciones uterinas. El ácido ferúlico y el magnesio que aporta, ayuda a relajar el útero después del parto.
- tratar la diarrea.
- regular el ciclo menstrual irregular y disminuir los períodos abundantes.
- aliviar los dolores de garganta.
- reducir la fiebre.
Es importante que las hojas estén bien secas porque si no pueden fermentar y producir substancias tóxicas. |
¿Cuándo empezar a tomar las infusiones de hojas de frambruesa estando embarazada?
Hay literatura que recomienda comenzar a tomar una taza diaria, desde el primer trimestre. Nosotros, consultando con matronas especializadas en el tema, nos decantamos por la pauta de comenzar a tomar tisanas de hojas de frambuesa a partir de la semana 35:
- Comenzar con 1 taza/día
- 2 tazas/día la siguiente
- 3 tazas/día la siguiente. Máxima cantidad diaria por su alto contenido en taninos.
Los frutos rojos, sí que se pueden comer desde el principio, son una fuente importante de ácido fólico.